Podría haber sido Tigregatica, porque a él le hubiese gustado más. Pero el apelativo de Mono lo definió por las buenas y por las malas, que son las que quiero incluir en este blog. Las buenas y las malas de antes y de ahora. Las mías y las ajenas. Las de nuestro país y las del mundo. Las que nos permiten vivir y las que nos obligan a hacerlo. En Dios creo, y en algunas personas (muertas y vivas) también. No demasiadas. Pero suficientes. Todos los demás, que paguen al contado.

viernes, 3 de octubre de 2008

DERECHA: EL CANDIDATO ES BINNER

Por presencia física y visual, prosapia partidaria, gestión administrativa, historia transparente, carencia de enemigos visibles, buen trato con todo el mundo, preparación intelectual, condición de médico (interesante) , cartel-chapa de progre moderado, cercanía sin franela con otros opositores, respeto por los galones y ajeno al circo mediático (un bien muy valorado a la hora de votar, por los reaccionaros que consumen diariamente ese mismo circo, o directamente son parte de él). Por todo eso, y aun mucho más que se irá viendo con el tiempo, puede decirse que la derecha argentina ya tiene su candidato presidencial en serio para las elecciones de 2011.

El candidato no es otro que el actual gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner.
Mide bien en todas las encuestas. Pertenece a un partido centenario, que jamás ha llegado al sillón de Rivdavia. Su relación con el gobierno y la oposición es tipo “sí, cómo no, pero lo vemos más adelante”. Fue dos veces intentente de Rosario e hizo la plancha sin problemas. En Santa Fe le va igual, salvo que alguna inundación le obligue a mojarse. No tiene denuncias en su contra ni muertos en el ropero. Le encanta a las señoras gordas y chetas de los centros urbanos, tan buen mozo y modosito. Lo del socialismo argentino, se sabe, es una denominación menos sugerente que San Lorenzo “de Almagro” (que fue de Boedo y ahora de Nueva Pompeya o el Bajo Flores). Es decir, no es lo que parece ni crispa los nervios del establishment. La palaba socialismo está más devaluada que Blumberg.

Binner no será segundón de Macri, ni de Carrió ni de Cobos y finalmente acumulará para sí todo el grueso de la oposición antiperonista. Porque Macri no mueve ni moverá el amperímetro fuera de la capital, y Hermes parece un gaucho europeo, como lo fue su maestro Guillermo Estévez Boero, un terrateniente santafecino, afecto al mate, a la literatura y a la moderación, esto es, a que todo siga igual, mientras intentamos que cambie, si es posible dentro de 200 años. He ahí el credo del socialismo argentino, bien llamada la pata izquierda del liberalismo vendepatria de toda la historia.

Binner “da” bien, se maneja bien. No grita, no gesticula, sonríe cuando corresponde. No se casa on nadie. Chávez le irrita, Evo le irrita, Correa le irrita. Le irritan a su socialismo sarmientino, pacato e insanablemente inútil para un país que vio pasar sin aportarle nada ¿O sí?

Le aportó a Juan B. Justo intentando ser libres y soberanos pero con el visto bueno de Inglaterra. Nada de lío en las fábricas. Nada de ruido en la calle.
Le aportó a Américo Ghioldi, trepado a una banca del Congreso, pidiendo cárcel para dirigentes sindicales y sociales. O vociferando "¡se acabó la leche de la clemencia!".
Le aportó, finalmente, al primer diputado socialista de América, Alfredo Lorenzo Palacios, dueño del ego más grande nacido y crecido por estas tierras. Capaz de batirse a duelo sabiendo que el duelo se impediría. Propulsor de una avanzadísima legislación social y laboral, pero incapaz de participar de un gobierno que la promulgó, gracias a la mayoría que él nunca tuvo ni quiso integrar, porque prefirió cautivar adolescentes con su verba inflamada en la Universidad, en vez de ensuciarse en el barro de la intemperie.

Palacios pasó del cielo al infierno de la historia argentina, el día que aceptó convertirse en el primer embajador designado por la “Libertadora” en 1955. Su destino diplomático fue el Uruguay. Su destino ético, irrecuperable.

Pues bien, a la sombra de ese pasado partidario, con su propia impronta, que la tiene, y a estar por una oferta raída de candidatos potables cuando corran los pingos, ahí estará Binner para representar los intereses de la derecha argentina. Lo hará sin gestos altisonantes. Así como se encolumnó con la patronal terrateniente durante el lockout campestre. Así como opera siempre a favor de los militares cuando le pasan el santo de un posible escrache.

Para payaso ya está Cobos. Para payasa, Carrió. Y para perdedor por falta de roce, Mauricio. El establishment se jugará en serio y en su momento contra la continuidad kirchnerista. Acaso a todo o nada. Buscaron bien. Los tres de arriba quitan más de lo que traen. Para hacer los mandados bien de bien, sin que se espante la gilada progresista (mientras se suman los trogloditas del menemismo) , ahí estará don Hermes, pa’ lo que gusten mandar.

1 comentario:

caca dijo...

Muy buen texto, muy bien el enfoque. No sé si logrará armar un buen bloque atrás Hermes, eso lo dudo. Pero que es un buen candidato, seguro. ¿Pero a quién ves cómo posibles "socios"? Tendría que ir solo solo. Toda la derecha no peronista esta en la CC o en el Pro. Toda la peronista está con Tachuela o con K. Toda la izquierda, no existe, o está con K. Para mi Macri sigue siendo el candidato más presidenciable de la oposición, y en provincia ya salió segundo con De Narváez. No creo que esté tan por el suelo en el interior. Hay que ver qué dice Artemio. Cobos no existe.