Murió Massera.
El verdugo que personificó como nadie, hasta literalmente, un tiempo de torturar embarazadas mediante descargas eléctricas en la vagina y de arrojar jóvenes vivos desde aviones hacia el Río de la Plata.
Él y sus iguales lo hicieron. Otros, lo mandaron a hacer.
Todo -y solamente- para imponer un MODELO ECONÓMICO exactamente igual al que hoy, en democracia, nos propone una oposición política que lideran los mismos medios de comunicación que fueron serviles a Massera, siempre de la mano de la Sociedad Rural y de las corporaciones empresarias.
Ese y no otro fue el propósito de tanta sangre en manos de uniformados, pero surgida de la mente de una clase dominante que sobrevive y que hoy busca casi con desesperación alguien que le haga los mismos deberes, acaso con menos desprolijidad.
EL EXAMEN REFRACTIVO Y LA SUBJETIVIDAD
Hace 10 meses.