Podría haber sido Tigregatica, porque a él le hubiese gustado más. Pero el apelativo de Mono lo definió por las buenas y por las malas, que son las que quiero incluir en este blog. Las buenas y las malas de antes y de ahora. Las mías y las ajenas. Las de nuestro país y las del mundo. Las que nos permiten vivir y las que nos obligan a hacerlo. En Dios creo, y en algunas personas (muertas y vivas) también. No demasiadas. Pero suficientes. Todos los demás, que paguen al contado.

sábado, 13 de noviembre de 2010

MASSERAS

Murió Massera.

El verdugo que personificó como nadie, hasta literalmente, un tiempo de torturar embarazadas mediante descargas eléctricas en la vagina y de arrojar jóvenes vivos desde aviones hacia el Río de la Plata.

Él y sus iguales lo hicieron. Otros, lo mandaron a hacer.

Todo -y solamente- para imponer un MODELO ECONÓMICO exactamente igual al que hoy, en democracia, nos propone una oposición política que lideran los mismos medios de comunicación que fueron serviles a Massera, siempre de la mano de la Sociedad Rural y de las corporaciones empresarias.

Ese y no otro fue el propósito de tanta sangre en manos de uniformados, pero surgida de la mente de una clase dominante que sobrevive y que hoy busca casi con desesperación alguien que le haga los mismos deberes, acaso con menos desprolijidad.