Podría haber sido Tigregatica, porque a él le hubiese gustado más. Pero el apelativo de Mono lo definió por las buenas y por las malas, que son las que quiero incluir en este blog. Las buenas y las malas de antes y de ahora. Las mías y las ajenas. Las de nuestro país y las del mundo. Las que nos permiten vivir y las que nos obligan a hacerlo. En Dios creo, y en algunas personas (muertas y vivas) también. No demasiadas. Pero suficientes. Todos los demás, que paguen al contado.

jueves, 25 de junio de 2009

125: TODO AL PEPINO

La clase media porteña no tiene cura. Especialmente el segmento autodenomimado progre o “de izquierda”. Ha tropezado con todos los buzones a lo largo de la historia. A esta altura, vale suponer que lo ha hecho adrede, ni más ni menos. Compró al PI, a Néstor Vicente, a Luis Zamora, a Chacho Álvarez y a Aníbal Ibarra, para elegir sólo un puñado de tipos que luego se derritieron en la nada.

Es que los progres porteños son tan pero tan gorilas, que siempre encuentran el hombre para justificar un voto que no puede ser a Macri (porque no sabe quién es Borges, sólo por eso), ni a Carrió (porque es chupacirios, sólo por eso). Ahora ¿peronismo, algo nacional, peronismo de izquierda, algo que suene a peronismo activo y actual? Jamás. Sólo se aceptan peronistas perimidos o vergonzantes, caso Chacho o el gran invento de Clarín para la gilada que lo sigue en las buenas y en las malas: sí, ¡Pino!

La mejor forma para quedar bien con una conciencia perdedora, especulativa, prejuiciosa, reaccionaria, pero eso sí, progre. De izquierdas, dirían los españoles que votan por el insípido PSOE y tampoco se la creen.

Hablemos de Pino, o al pepino, pero me saco el gusto. Este señor de pasado peronista irrefutable, creador de una brillante obra como La Hora de los Hornos; este señor que supo ser baleado por orden de Carlos Menem por denunciar lo que había que denunciar; este señor también cruzó el Rubicón el 16 de julio de 2008, la fecha de la bisagra que nos separará de los pseudo progres (POR FIN!) hasta el 2035 o mucho más, quién sabe…

Ese día Pinito mandó a votar en contra del proyecto (125) de retenciones. Con instrucciones precisas para su mano derecha (bien derecha) Claudio Lozano, quien no sólo sufragó, sino también hizo lobby para convencer a tercos legisladores fueguinos para que se sumaran a la troupe de la deslealtad sin remedio.

Solanas podrá decir lo que quiera. Lo que importa es lo que hizo, como en todos los casos. Esa noche, su mano impulsada por Eduardo Buzzi (el golpista que le paga todas las campañas) y alzada por el revolucionario Lozano, se vio a la par de las de Menem, Rodríguez Saa, las del PRO, las de Carrió, la de Gerardo Morales, la de Clarín, la de La Nación, la de la más rancia cofradía de antiperonistas, y especialmente antipueblo con que contamos, aplaudidas en la calle por las Ripoll, los De Gennaro, los Castells, los PCR: ¡LA UNIÓN DEMOCRÁTICA!

Pues bien, le hicieron los deberes a Hugo Biolcati (”nuestros piquetes son de gente blanca”), a Alfredo De Ángeli (”a los negros los subimos a la camioneta, los llevamos a votar y les decimos por quién”). Le hicieron los deberes a la Sociedad Rural, a Miguens, a Jorge Chemes (”hay que empezar a matar por los de la primera fila, después el resto, y despues empezamos a remar”).

Son los nuevos amigos de Pino, que ahora coincide con Mariano Grondona, quien lo verdugueó hasta el caracú el domingo pasado, igual que a su segunda Alcira Argumedo, otra buena representante del izquierdismo de living-UBA-Gieco, que tuvo que aceptar el abrazo de oso del doctor, socarrón como nunca.

Sepan los votantes de Pepino, que el muchacho hará una excelente elección; que ingresará a la cámara baja con dos o tres rabanitos el 10 de diciembre. Y que nunca más se sabrá de él. No será más nada porque no aspira a nada más. Sólo ha sido otra buena pata peronista-zurdo-progre, funcional a los que nos gobernarán desde el próximo turno.

Los que probablemente vuelvan a balear las ya cansadas piernas del cineasta. Así como él baleó el 16-7-08 la última posibilidad en muchos años de torcerle el cuello a sus nuevas e inesperadas amistades, o sea, a los sempiternos propietarios de esta comarca.

martes, 2 de junio de 2009

VIENEN A MATARNOS

LO QUE LEERÁN MÁS ABAJO FUE PUBLICADO POR EL DIARIO PÁGINA 12 EL PASADO 31 DE MAYO. CREO QUE NINGÚN OTRO DIARIO, RADIO O CANAL (EL 90% QUE PROFESA HOY EL TERRORISMO MEDIÁTICO)REPRODUJO UNA SOLA LÍNEA DE ÉSTO. BUENO, QUE SE SEPA DE ALGÚN MODO. VIENEN POR TODO. SON GOLPISTAS. SON ASESINOS. SON BASURA. Y SON NUESTROS ENEMIGOS.LOS ENEMIGOS DEL PUEBLO. QUE EL CORO GORILA QUE LES SIRVE HOY DE COMPARSA Y QUE LOS VOTARÁ SIN DUDA, RECUERDE BIEN LO QUE ESTÁ ESCRITO AQUÍ. PRIMERO ESQUILMARÁN A LOS TRABAJADORES, DESPUÉS A LA CLASE MIERDA. Y DESPUÉS METERÁN BALA. EL SEÑOR CHEMES YA AVISÓ.


“Como en la guerra, hay que ir matando a los de la primera fila. Hay que barrer a la mayoría, a la mugre, para después sí empezar a remar”, expresó con más claridad que fervor republicano Jorge Chemes, ex titular de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer) y actual tercer candidato a diputado en las listas del Acuerdo Cívico y Social. Para no dejar resquicio a dudas, Chemes agregó: “hay que cortarles la mano a los Kirchner porque vienen por más”. A riesgo de ser reiterativo, concluyó “lo primero es el enemigo al que hay que matar”. La sugestiva plataforma electoral del ruralista está descripta a fondo en dos medios alternativos: el diario digital Junio de Concordia, dirigido por el periodista Claudio Gastaldi (diariojunio.com.ar) y el blog de Lucas Carrasco. Cuando se divulgaron las proclamas, Chemes se atajó, diciendo que “hice comparaciones desafortunadas pero no soy golpista”.