Podría haber sido Tigregatica, porque a él le hubiese gustado más. Pero el apelativo de Mono lo definió por las buenas y por las malas, que son las que quiero incluir en este blog. Las buenas y las malas de antes y de ahora. Las mías y las ajenas. Las de nuestro país y las del mundo. Las que nos permiten vivir y las que nos obligan a hacerlo. En Dios creo, y en algunas personas (muertas y vivas) también. No demasiadas. Pero suficientes. Todos los demás, que paguen al contado.

viernes, 8 de agosto de 2008

MOMPO COBOS

Mempo Giardinelli es un argentino bienpensante. Un escritor aceptable. Un buen tipo. Y un habitual opinador sobre todos (todos) los temas que -cree- merecen su parecer progre-chaqueño-literario-ex radical-centroizquierdista-no peronista-titular de una fundación destinada al bien común. Suele hacer catarsis en Página 12 y lo dejan. Hacen bien. Esta vez se topó con el culebrón de Forrocobos y no tuvo más remedio que ofrendarnos sus impagables e ineludibles reflexiones sobre el particular. Entre gracioso y patético nos dice que, en principio, Cloto le pareció algo así como una luz en la tiniebla, un tipo de convicciones, un demócrata de los que ya no hay. Fue sólo en principio, porque ipso facto Mempo confesó (nobleza obliga) que él esperaba que, para completar su altruista obra (es decir, votar en contra de su propio gobierno, favorecer a la oligarquía, acaso atrasar veinte años el reloj evolutivo nacional) Zorrocobos debía hacer carambola con la presentación de la renuncia, que así, sí, habría pasado a la posteridad como Probocobos, un ejemplo para las futuras generaciones de desprevenidos, que todavía relacionan al radicalismo con la decencia y (¡esto sí que es joda!) con la lealtad... Bueno, la nota se le fue a la banquina mientras enumeraba las supuestas quijotadas de Leandro Alem, Sabbattini, Repetto, Larralde, Lebensohn y demás intrascendencias pre-pos o pseudogorilas de cada época argentina. Está todo bien, Mempo, pero habría que agregar algunos ítems al glorioso historial ucerreísta, acaso para comprender finalmente hacia dónde apuntó el voto nopositivo de Lobocobos. Podríamos preguntarle a Osvaldo Bayer (no es santo de nuestra devoción, pero tampoco es un gil) si cree que don Hipólito Yrigoyen no tuvo nada que ver en las matanzas de la Semana Trágica y/o de la Patagonia Rebelde. Podríamos recordar asimismo que el doctor Roberto M. Ortiz fue presidente radical electo mediante fraude patriótico durante la década infame. Podríamos evocar que la fórmula de la Unión Democrática en 1946 estuvo integrada por dos radicales que siempre parecieron el nombre y el apellido de uno solo: Tamborini-Mosca (de ningún cobarde se hace historia y a veces ni se recuerdan los datos más elementales). Sin esforzarnos demasiado viene enseguida a la memoria que fue otro hijo de la UCR, el inefable diputado Ernesto Sammartino, quien ideó aquello del "aluvión zóológico", o trasladar al presente a millares de radicales gritando Viva la Patria el 16-9-55. O tal vez refrescar la traición del presidente Frondizi: traición a Perón, al peronismo y a toda la Nación, como un formidable antecesor de futuros entreguistas bien desarrollados. También podríamos quitarle la virginidad a Arturo Illia, para decir que no es de buen demócrata (pero sí de oportunista) aceptar una candidatura presidencial con el partido mayoritario proscripto y maniatado. Bueno, Mempo, paciencia que falta poco. Qué decir de Ricardo Balbín. Lo vemos desaforado, inflamado, con pelos hasta en los dientes (pocos gorilas como él) pidiendo a gritos desde su banca que el Congreso declarase la "subversión industrial", tumba de miles de delegados de fábrica. El mismo Chino que le diría tímidamente a Videla, el día del golpe: "no espere que lo aplauda, pero no voy a poner piedras en su camino" ¡Ja! Grandeza radical. A ver, Mempo. Hubo durante el proceso más de 600 embajadores e intendentes radicales (incluídas ciudades chaqueñas). El final es conocido. Raulito y la denuncia de un surrealista golpe militar-sindical como debut antiobrero de su gobierno insípido y descafeinado: dos hiperinflaciones, el oprobio del punto final y la obediencia debida (que hoy, 20 años después, se está reparando com se puede); La Casa está en Orden, el Pacto de Olivos y el raje anticipado, como buen boina blanca que se precie. Nos queda, amigo Mempo, su ex amigo De la Rúa: blindaje, megacanje, inédita reducción de salarios (13% ¿no?), la monumental estafa de la Flexibilización Laboral (como cadete de las cámaras empresarias llevando cheques a senadores corruptos), veinte muertos como tendal y, obviamente, helicóptero. Ah, Murphy y Gordila también tienen la pluma y el martillo en el orillo. Ella, además, como funcionaria judicial de la dictadura sabe bastante de la masacre de Margarita Belén (fue en el Chaco, Giardinelli) En fin... Digo yo, Mempillo. Es lógico que millones de argentinos (¿15, 20?) crean que (I)nodoroCobos es un héroe. Pero no le cabe a usted, como lloriqueó desde la contratapa. Menos mal que el vice le despejó la duda más rápido que temprano y ahora va por el premio mayor, como hidalgamente se reconoce en la nota. El premio mayor para un radical, se sabe, puede ser que un toro castrado lleve su tercer nombre de pila o poder robar con las fotocopias franjamoradas en las Facultades; figurar segundo en la fórmula directiva de una sociedad de fomento o, en el mejor de los casos, ser ovacionado por oligarcas que, hace rato, aprendieron a rosquear con pusilánimes mientras le prenden la cucarda en la solapa y aguantan la carcajada.

5 comentarios:

Vivi Ann dijo...

Sin palabras... Excelente crónica histórica.

Un gran saludo, don Enrique!!!!

caca dijo...

Un manual de historia escrita por los que ganan si no lo hubieran negado durante dos décadas.

Goliardo dijo...

Cada vez que algún "radicheta" quiere arreglar un conflicto, y nombre del diálogo, se tapa la boca, en nombre de la patria, se cagan en los humildes, y en nombre de la democracia, se tapan los ojos, pienso: ¿Cuáles son los fundamentos éticos-filosóficos de este partido? Recuerdo tener en mi biblioteca un texto de Krause, según dicen los que saben, que este filosofo es el inspirador de los fundamentos éticos del radicalismo. Agarro el libre” Ideal de la humanidad para la vida” y leo el “comercio social”:

“Menos interior, pero no menos fecunda en relaciones humanas, es a unión del libre comercio social, que llamamos trato social. Solo aquellos hombres cuyo corazón se ha formado en el amor doméstico y amistoso son buenos consocios. Éstos saben agradar, atraer, interesar, porque saben amar; su delicado corazón se abre con secreta simpatía a un cambio recíproco de bellos pensamientos, palabras y modales. Cada consocio pone en comercio los más sazonados frutos de su espíritu para el agrado y goce común, y cada cual recibe su parte con colmada ganancia. “

La verdad siento algo de ingenuidad en estos conceptos. Por aquellos años en Alemania, Hegel iba a revolucionar con su dialéctica del amo y el esclavo. Hasta los Utópicos tenían una visión mas pragmática de la política, no se como Marx no ubicó a Krause en el superboludismo utópico. La verdad siempre creí que el radicalismo sigue sosteniendo ésta concepción. Por ejemplo (tipo que yo respeto mucho) Alfonsin y su:”con la democracia se come, se cura y se educa”, y tiempo después “consensuó” con el “diálogo” la comida, la salud y la educación, eso si, con la pistola en la cabeza celebro la dulces pascuas. Lo de Cobos se sitúa en este ámbito, pero en esta ve la posibilidad política (el radical también quiere ser héroe) y se lanza. Pero por lo que vi, está haciendo muchas payasadas, hay que dejarlo que siga así, la luz se va apagar (hay que ayudar con algún soplido).

Anónimo dijo...

Que buen momento para releer El Medio Pelo y el Manual de Zonceras Argentinas.
Lástima que Jauretche se nos fue. Si viviera estos tiempos podría haber sumado algunas reflexiones sobre la mediocridad entreguista, alcahueta y cobarde enfundada en un patético ropaje democratoso y de aparente dignidad.
Gracias Quique y menos mal que estás de este lado de la realidad.

Anónimo dijo...

Me parece q con ese el articulo Mempo ( q tampoco es santo de mi devocion, pero coincido en q es elegante)intenta decir algo asi como.."supongamos q votar No estuvo bien, el tendria q haber renunciado".Esta planteando la renuncia de Bobos desde un lugar extraño, q no es puramente politico:el lugar de la etica.Algo asi como un "seas lo q seas, estes donde estes, Cobos te tendrias qu haber ido."Me parece q hay q darle perspectiva historica y el lo esta viendo tambien desde ahi.Digamos q el tambien , con todo su gorilismo,lo manda a la reputamadre q lo pario.Yo hice el mismo analisis del texto, pero me parece loable su posicion.
Goliardo,te aporto una idea:el problema del radicalismo es su anacronismo absoluto.Como el PC y sus derivados,se formaron en conceptos y categorias tan antiguas como la Revolucion Rusa, de hecho son de esa epoca.El peronismo, en cambio, supo superar ese dictamen del tiempo a traves de teoricos increibles, desd el 40 hasta hoy tenemos intelectuales que procesan la experiencia del peronismo desde todos los angulos posibles.El radicalismo no tiene esta gimnasia mental.( Otra razon por la Bobos, se cae solo)