Lógica liberal I: A Sarmiento no se lo puede considerar antisemita, porque en su tiempo “todos” eran antisemitas, dado que reinaba el denominado “racismo científico”.
Lógica liberal II: A Rosas no se le puede perdonar haber sido violento, aunque en su tiempo todos eran violentos (tanto o más que él).
La lógica liberal siempre es igual, por lo menos en la Argentina. Es aquella que hoy “adora” a Obama porque es negro (o mulato) pero yanqui, y no un “negro de mierda” argentino.
Siempre pensé que la burguesía y la clase media argentinas son racistas. Y lo son. Pero son mucho más imbéciles que racistas.
Les dejo la posta.
De nada.
Podría haber sido Tigregatica, porque a él le hubiese gustado más. Pero el apelativo de Mono lo definió por las buenas y por las malas, que son las que quiero incluir en este blog. Las buenas y las malas de antes y de ahora. Las mías y las ajenas. Las de nuestro país y las del mundo. Las que nos permiten vivir y las que nos obligan a hacerlo. En Dios creo, y en algunas personas (muertas y vivas) también. No demasiadas. Pero suficientes. Todos los demás, que paguen al contado.
viernes, 21 de noviembre de 2008
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