Podría haber sido Tigregatica, porque a él le hubiese gustado más. Pero el apelativo de Mono lo definió por las buenas y por las malas, que son las que quiero incluir en este blog. Las buenas y las malas de antes y de ahora. Las mías y las ajenas. Las de nuestro país y las del mundo. Las que nos permiten vivir y las que nos obligan a hacerlo. En Dios creo, y en algunas personas (muertas y vivas) también. No demasiadas. Pero suficientes. Todos los demás, que paguen al contado.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
DEL MONO GATICA, AL GORILA ELIASCHEV
El periodismo escrito de hoy es mayoritariamente ilegible por cuestiones sintácticas y/u ortográficas. En una proporción minoritaria existen buenas plumas como Pepito Eliaschev, quien lamentablemente padece, desde hace un año aproximadamente, una enfermedad acaso congénita, que permanecía latente en su organismo. Ese mal despertó el día que alguien autorizado le comunicó que en la fecha previsible del vencimiento de su contrato laboral con una emisora de radio pública (de las que pagamos todos) ese vínculo no sería renovado. Esto es, una facultad que TODOS los contratistas tienen en el mundo y desde siempre, lo que obviamente no da derecho al pataleo ni a una acción judicial, dado que las partes han respetado todos los términos del contrato pactados en el inicio de la relación entre ambas. La enfermedad de Eliaschev es una rara mezcla de voracidad material con gorilismo salvaje. De todos modos, en este simpático bienpensante de clase media, lo que priva es el primer término de la ecuación. Porque Pepe, a favor del impresionante bolonqui que armó con el meneo de su “despido”(¿?) bien recogido y reproducido por la cadena nacional privada sojera (es decir, el 90% de los medios) consiguió, no uno, sino 20 conchabos laborales mejores que aquel que lo unía con la precaria radio Nacional. A eso apuntó Eliaschev, a cargar su cuenta bancaria a caballo de un sofisma, esto es: transformar la normal caducidad de un contrato en una patada en el culo por cuestiones ideológicas. No pensó ni dijo que esa radio pública le bancó durante cuatro años que usara el micrófono oficial para agredir al gobierno ¿Qué esperaba, una medalla de oro? Sin embargo, está dicho, no lo echaron. Aguardaron a que el contrato muriese -ya que no el contratado, pese a su enfermedad-. Ahora Pepe da rienda suelta a su gorilismo impecable (es cierto) en diarios, radios, canales de televisión, Perfil, conferencias pagas, almuerzos con Mirtha, fotos con Cobos, autógrafos con Buonanotte. Todo le sirve para sumar a este mercachiflecagatintas, siempre escuchado por un público políticamente correcto: billetera gruesa, zapatitos blancos, poco coco nacional. Pese a nuestros invariables e irreversibles disensos, le deseamos a Pepito un pronto restablecimiento porque, como decía mi abuela, las mortajas no tienen bolsillos. Y todavía hay tantas radios, tantos diarios, tanta TV para llenar el tanque de la codicia, y nada menos que haciendo lo que mejor uno sabe: falsear o construir la realidad, a favor de los dueños de la guita, que siempre son generosos con soldados como Eliaschev, quien además escribe bien. No es poco. Podríamos decir que es demasiado.
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8 comentarios:
Un oportunista siniestro. Me parece que fue director de la radio ¿no? cuando le puso de nombre la "muni" ¿o me equivoco?. Muy bueno tu artículo. Muy bueno.
No conozco la vida pública de Eliaschev y, realmente no me interesa, pero sería un poco lamentable que una radio nacional tuviese como práctica tomar las críticas despiadadas de un periodista hacia el gobierno como principal o única razón para no renovar un contrato. Sería también lamentable que, para mantener un espacio en un medio nacional, se deba ser coincidir con lo que pregona la máxima autoridad de dicho medio.
En suma, cualquier tipo de discrecionalidad es repudiable, pero en el Estado es más sospechosa que en un particular, por lo menos respecto de los periodistas. De seguro es porque así lo plantea la famosa cadena nacional privada sojera, a la que este artículo hace mención.
mail de Sergio Levinsky:
Hola Quique, muy bueno tu articulo sobre Pepe. A proposito, yo agregaria algunos otros elementos, como que el mismo Pepe que hoy critica tanto al supuesto gran poder que tiene el Gobierno para manipular, etc, olvida los desatnos cometidos cuando en los tiempos de Alfonsin, dirigia Radio Municipal, la gente cobraba mal y a los premios, y hacia lo que se le daba la gana. Solo que ahora, ha sido una victima de lo que antes fue victimario y parece que ahora que le toco a el, es injusto. Antes, no lo fue.
Tampoco parecio tener problemas antes de regresar al pais, cuando por años fuera corresponsal de Bernardo Neustadt en Radio Mitre, y cuando volvio al pais, se olvido de ese pasado y de repente, un dia de dio vuelta y resulto ser un liberal a la norteamericana. Hay muchos asi, lamentablemente.
Tambien puedo decirte que tengo el raro privilegio de haber idio a su mismo colegio, el Nacional Buenos Aires, del que tanto hace gala Pepe (no puedo negar que nos ha dado una buena formacion) pero me llama podetosamente l atencion que durante los conflictos entre alumnos y direccion tanto en el Buenos Aires como en el Pellegrini, don Pepe siempre ha tomado posiciones en favos de la "disciplina", bajo el concepto que hoy los estudiantes se apoderaron de la educacion y hasta llego a criticar a sus "revolucionarios padres", aquellos jovenes de los 70, por alentarlos a tales fines. Me gustaria saber qué pensara Eliaschev que tienen que hacer los padres de los chicos del pellegrini cuando una educacion ilustrada y progresista es cambiada, de buenas a primeras, por el neofascista a cargo de la UBA Chaillu, quien coloco a un retroigrado en el lugar que merecia tener Abraham Gak, que se canso y dio un portazo. ¿Elliaschev mismo no protesta cuando no le renievan el contrato en Radio Nacional? ¿entonces por que los pibes tienen que aquedarse callados ante la injusticia? ¿no era que buscamos una democracia mas participativa? en fin...Pepe cumple con el requisito de una gran parte de lo que se da en llamar "progresismo" en la Argentina: darse vuelta como una media y acomodar su discurso en su propio beneficio, pero lamentablemente algunos seguimos teniendo memoria.
Un abrazo
SergioL
RESPUESTA A WORNAKI:
¿Qué gobierno argentino contrató en Radio Nacional a periodistas opositores que lo ridiculizaban?
Respuesta: Ninguno en la historia del país. Ninguno, salvo el de Néstor Kirchner, que le pagó religiosamente a Eliaschev durante cuatro años.Y un día no le renovó el contrato ¿Usted cree que Macri contrataría a Sandra Russo, de Página 12, para que haga una columna política en Radio Municipal?
Wornaki: si un trapecista sin red toca el violín a 40 metros de altura, usted no puede criticarle que en el minuto 90 del concierto metió un Re en vez de un La ¿No le parece?
Enrique, tu escritura es impecable y le hace justicia con altura a la del nivel cultural de Eliaschev. Eso destaca mejor lo inversamente proporcional de su nivel ético.
Quisiera agregar dos puntos:
1) Este fervoroso propagandista actual del orden liberal no suele recordar su igualmente fervorosa militancia juvenil en "Cristianismo y Revolución " (sic) por la que tuvo que mantener un saludable retiro temporario en USA durante la dictadura.
2) En los '90 me tocaba ilustrar una columna semanal suya para un diario porteño. Pero antes de recibir el fax con el texto, recibía un cable de agencia con el mismo texto, sólo que tenía intercambiado el orden de algunos párrafos. Ese texto era el mismo que había leído como editorial en su programa de radio unas horas antes. ¡Cobraba tres veces por la misma columna "exclusiva"! Un león...
P.D.: Un nostalgioso saludo a Sergio Levinsky a quien le tenía perdido el rastro desde hace varios años. ¡Vivan los blogs!
Wornaki:
La semana pasada ante un pedido de informes de la legislatura, la directora de Radio Ciudad, informó que se sacó del aire al programa "Naftalina, para que nadie se Apoliye", con casi 20 años en el aire, porque su contenido "no seguía los lineamientos de la emisora". El oportuno ataque de sinceridad de la informante deja en claro porque no tienen micrófono César Guzzo y Ariel Carranza, que en ejercicio de su libertad de opinión habían criticado con humor a Macri desde tiempos bien anteriores a su ascenso a la Jefatura de Gobierno.
Espero su decidida condena a este atropello ya que como Ud. dice "Sería también lamentable que, para mantener un espacio en un medio nacional, se deba ser coincidir con lo que pregona la máxima autoridad de dicho medio."
Con la diferencia a favor de Eliaschev que, como vendió su discurso a los sectores dominantes, estos hacen fila para incorporarlo a los medios que les son adictos (y que aquí en Baires son el 90%).
En los medios públicos no hay porque contratar sólo a oficialistas pero ¿sería mucho pedir que el 45% de los votos esté representado por alguien, y no tener que aguantar que todos los opinators sean de la contra?
Eliaschev no tiene vergüenza. Wornaki no se, pero me parece que lo voy a averiguar.
Mentiras, insultos, falsedades, rabia, odio
Una serie de textos que han sido enviados recientemente a este blog y en los que se me menciona en tonos irrespetuosos, argumenta sus imputaciones sobre la base de afirmaciones falsas. Sin pretensión de entablar una polémica de ideas que no sería factible por el nivel de hostilidad tan primaria y de falsedad de los bloguistas, permítaseme de todas maneras rectificar las afirmaciones más burdas:
Respecto de Radio Nacional y mi separación de la emisora: “Alguien autorizado le comunicó que en la fecha previsible del vencimiento de su contrato laboral con una emisora de radio pública (de las que pagamos todos) ese vínculo no sería renovado”. Ese alguien autorizado fue la directora de la radio, Adelina Olga “Mona” Moncalvillo. ¿Fecha previsible de vencimiento de mi contrato? Me informó por vía telefónica, a las 2005 horas del 30 de diciembre de 2005, cuando acababa de terminar el último programa del año, que quedaba afuera de la programación. Toda la historia está contada con lujo de de detalles en el libro “Lista Negra. La vuelta de los Setenta” (Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1996).
“Radio que pagamos todos”: desde el 1º de enero de 2001 hasta el 31 de diciembre de 2006 mi “conchabo” careció por completo de honorarios. Con toda claridad: cero pesos, cero dólares, cero dinero. Compensación: lo que mi Productora fuera capaz de comercializar, vender y cobrar de publicidad, con un tope máximo de hasta la mitad del espacio publicitario legalmente transable. Mi obligación: poner en el aire todos los días, de lunes a viernes, un programa inicialmente de tres y luego de dos horas, con todos los sueldos y gastos de mi equipo periodístico y comercial absolutamente a cargo mío. Radio Nacional solo ponía el operador de turno y la locutora de turno. Y al final, ni siquiera tenía locutora.
“Consiguió, no uno, sino 20 conchabos laborales mejores que aquel que lo unía con la precaria Radio Nacional”. Falso de toda falsedad. Ninguna radio me contrató. Tampoco ningún canal de TV. Durante un año (abril 2007-marzo 2008) compramos una hora diaria en Radio Colonia, con pésimos resultados publicitarios. Mi programa de cable en América 24, en el aire hace muchos años, es un espacio comprado y producido a puro riesgo empresario. ¿Qué conchabos? Ejerzo el periodismo hace 44 años sin interrupciones y mis columnas de prensa son clásicas.
“Transformó la normal caducidad de un contrato en una patada en el culo por cuestiones ideológicas”. Lo dicho: ¿normal caducidad? Por contrato firmado con la propia Radio, me debían dar al menos siete días hábiles de antelación para informarme de la caducidad de mi vínculo. Me lo dijeron telefónicamente, cuando ya no tenía siquiera la posibilidad de despedirme de los oyentes. Mi programa Esto que Pasa tenía 20 años ininterrumpidos en el aire.
“Esa radio pública le bancó durante cuatro años que usara el micrófono oficial para agredir al gobierno”. ¿La radio oficial es la radio del partido gobernante? “¿Me bancó?”
“No lo echaron. Aguardaron a que el contrato muriese, ya que no el contratado, pese a su enfermedad”. Gracias a Dios, al momento de escribir estas líneas estoy sano, pero la frase “aguardaron a que el contrato muriese” es de una falta absoluta de veracidad.
Fotos con Cobos. Nunca me saqué ninguna foto con el vicepresidente Cobos. Cobos fue el vicepresidente elegido por Cristina Kirchner, que se sacó muchas fotos con él.
“Este mercachiflecagatintas, siempre escuchado por un público políticamente correcto: billetera gruesa, zapatitos blancos, poco coco nacional”. Bueno, ante comentario tan sutil, preciso y articulado, solo resta permanecer en frugal silencio. ¿O tal vez cuando se me caracteriza de “mercachifle” se alude a mi notoria condición de judío?
“Soldados como Eliaschev”. No fui, no soy, ni seré soldado, de nada, ni de nadie.
“Los desatinos cometidos cuando en los tiempos de Alfonsín, dirigía Radio Municipal”. A Radio Municipal la dirigí entre junio de 1989 hasta julio de 1991, cuando Carlos Grosso, que me nombró y luego me echó, era Intendente de la Ciudad de Buenos Aires, y Carlos Menem presidente de la Nación. ¿Qué desatinos? ¿Haber contratado y puesto en el aire a Jorge Guinzburg, Quique Pesoa, Carlos Abrevaya, Alfredo Bravo, Eva Giberti, Oscar Raúl Cardoso, Bobby Flores y Alejandro Fabbri, entre muchos otros?
“Antes de regresar al país, cuando por años fuera corresponsal de Bernardo Neustadt en Radio Mitre, y cuando volvió al país, se olvido de ese pasado y de repente, un día de dio vuelta y resulto ser un liberal a la norteamericana”. Fui corresponsal de Radio Mitre en Nueva York de junio de 1979 a septiembre de 1980. Fui contratado por Julio Moyano Producciones y mi tarea de corresponsal se desarrolló para los programas de Julio Lagos, Juan Alberto Badía y el citado Neustadt, quien no me contrató ni me pagó nunca nada en tal concepto.
“Néstor Kirchner, que le pagó religiosamente a Eliaschev durante cuatro años. Y un día no le renovó el contrato” Néstor Kirchner no me pagó nunca nada, ni un centavo. Como ya queda dicho, mi contrato con Radio Nacional no implicaba pagos monetarios de ninguna naturaleza. Pero sorprende el concepto salvaje de que es el Presidente el que paga los sueldos, como si Radio Nacional fuese de él, y sus conductores sus empleados personales.
“¿Usted cree que Macri contrataría a Sandra Russo, de Página 12, para que haga una columna política en Radio Municipal?”. Macri no sé, ni me importa, pero yo sí la contraté a Sandra Russo como co-conductora de mi programa “Cable a Tierra” en 1985, cuando hice ese ciclo en ATC, durante el gobierno de Alfonsín. En el gobierno de Kirchner a ella la contrataron para hacer un programa junto con Boy Olmi y al volver de las vacaciones del verano pasado se enteró en los pasillos que su programa no iba más. Lo denunció ella en Página 12, no en Perfil.
“Su igualmente fervorosa militancia juvenil en "Cristianismo y Revolución " (sic) por la que tuvo que mantener un saludable retiro temporario en USA durante la dictadura”. Ninguna militancia, ni fervorosa, ni fría: escribí notas de política internacional en la revista de Juan García Elorrio entre 1966 y 1970. Mi “saludable retiro” empezó cuatro años después, en noviembre 1974, durante el gobierno peronista y en plena vigencia de la Triple A. Ese exilio se inició en Venezuela y terminó en México.
“¡Cobraba tres veces por la misma columna "exclusiva"! Un león...”. Pequeño efluvio cloacal. Escribo desde 1991 una columna semanal para la agencia Noticias Argentinas, que es usada por Diario Popular, El Día y otros muchos diarios de otras partes del país, por la que se me paga desde siempre un honorario único, siendo que la columna tiene dos o tres versiones. ¿Cuál es el pecado o la deshonestidad?
“Eliaschev vendió su discurso a los sectores dominantes, que hacen fila para incorporarlo a los medios que les son adictos (y que aquí en Baires son el 90 %)”. ¿Hacen fila? ¡No los veo, no los siento, no los oigo! ¿Donde están? ¿Quiénes son esos “sectores dominantes”?
Hacer un blog desparramando insultos, mentiras y canalladas es relativamente sencillo, aunque se trate de un divertimento de viejos cronistas de box ya retirados.
Es, además, algo seguro: no hay que rendir cuenta de nada a nadie, ni preocuparse por decir la verdad.
¡El problema es que lo hacen con tanta y tan elemental pobreza informativa, con tanto odio y con tanto y tan sugestivo resentimiento!
Atentamente
Pepe Eliaschev
Estimado Pepe: Ya ve que aquí no se censura a nadie. Cuando usted quiso, usted tuvo su derecho a réplica, no a "descargo" como sugirió, porque eso suena a tribunal. Ya ve, cumplí con mi palabra, no como Perfil, que me anula todos y cada uno de los posts que envío. No importa.
Ahora, dos aclaraciones:
1) usted está refutando mayoritariamente, no a mí, sino a quienes enviaron comentarios. Yo no suscribo esos comentarios, como corresponde.
2)Si bien yo soy un viejo cronista de box retirado (y adivino allí lo despectivo de su cita), le diré que no hace mucho tiempo (está en mis Datos Personales) fui algo más que eso. Y que me corrí por mi cuenta, sin juicio ni lloriqueo. Sólo asqueado por el periodismo actual.
3) Transcribo aquí su propio párrafo (pego y copio) para que vea y relea hasta qué punto usted está fuera de la realidad (o giene cola de paja).
“Este mercachiflecagatintas, siempre escuchado por un público políticamente correcto: billetera gruesa, zapatitos blancos, poco coco nacional”. Bueno, ante comentario tan sutil, preciso y articulado, solo resta permanecer en frugal silencio. ¿O tal vez cuando se me caracteriza de “mercachifle” se alude a mi notoria condición de judío?
Lo único que faltaba, Pepe, que utilice su condición de judío, que yo jamás mencionaría, porque si hay algo que detesto es la discriminación, que utilice esa condición, decía, para correr el ángulo de la crítica. Usted es un mercachifle y cagatintas aunque sea católico apostólico romano, musulmán o budista. O ateo, lo mismo da ¿O hay diferencias entre Morales Solá y Tenenbaum? No sé si me explico.
Saludos.
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