Podría haber sido Tigregatica, porque a él le hubiese gustado más. Pero el apelativo de Mono lo definió por las buenas y por las malas, que son las que quiero incluir en este blog. Las buenas y las malas de antes y de ahora. Las mías y las ajenas. Las de nuestro país y las del mundo. Las que nos permiten vivir y las que nos obligan a hacerlo. En Dios creo, y en algunas personas (muertas y vivas) también. No demasiadas. Pero suficientes. Todos los demás, que paguen al contado.

viernes, 11 de diciembre de 2009

HERR MAURI SIGUE SUMANDO

El texto pertenece a Comandante Cansado, a quien agradecemos.


Sumo desde aquí un granito de arena para que la población conozca un poco más al (¿ex?) futuro ministro de educación de Macri (de nada, Mauricio) en la ciudad de Buenos Aires, esta vez en su faceta de escritor. Resulta que el señor Posse ha escrito no una sino dos novelas de ciencia ficción, la primera de las cuales, Momento de morir, fue publicada en 1975 reeditada en 1997. El profesor universitario y teórico de la literatura Fernando Reati, en su libro Postales del porvenir (2006), describe la novela de Posse como una visión “apocalíptica, martirológica y paranoide de una Argentina dominada por fuerzas internacionales que representan al capitalismo y al capitalismo confabulados para poner al mundo bajo la bandera de una supuesta sinarquía judaizante“. ¿Exagera Reati? Difícil, si se tiene en cuenta que la novela habla expresamente de “fuerzas negras de la sinarquía“. Encima, y con una sutileza de motosierra que Reati no deja de señalar, Posse bautiza a las principales figuras del nuevo gobierno revolucionario con nombres como Tcerniavsky, Satansky (¡Satansky! Espectacular) y Feldman (si llega a asumir y quieren felicitarlo, no le vayan a llevar baréniques al señor Posse). Las autoridades contrarrevolucionarias, por otra parte, tienen bellos nombres con viril aroma a pampa, cirios de iglesia y uniforme nuevo, tales como Marcial Irusta, Robusto Millán, Juan Muraña (pobre Borges) y Eliseo Cruz. Para completar el panorama, agreguemos que las malignas facciones internacionalistas, falsamente cristianas, se dividen entre “trotzcristianos” y “ortoleninistas”, e incluyen grupos militantes tales como la Federación Episcopal Cristiano-Leninista (formada sobre todo por curas obreros “de buena familia” casados con psicoanalistas o la Asociación de Pederastas Cristianos, cuyo estandarte incluye “la flor roja y el cristo crucificado cara al leño”).

Tu nueva política, Mauricio, tiene un olor a viejo que da miedo. Viejo de cuando quemaban brujas, masomenos.

1 comentario:

Comandante Cansado dijo...

Gracias a usted por la mención, Mono.