Podría haber sido Tigregatica, porque a él le hubiese gustado más. Pero el apelativo de Mono lo definió por las buenas y por las malas, que son las que quiero incluir en este blog. Las buenas y las malas de antes y de ahora. Las mías y las ajenas. Las de nuestro país y las del mundo. Las que nos permiten vivir y las que nos obligan a hacerlo. En Dios creo, y en algunas personas (muertas y vivas) también. No demasiadas. Pero suficientes. Todos los demás, que paguen al contado.

miércoles, 4 de febrero de 2009

COMEMIERDAS SIN MODERAR

Este es el texto completo del post "Comemierdas", que Artepolítica (tiene derecho) resolvió "dejar pendiente de moderación". Mientras tanto, pueden leerlo aquí, y más abajo leer también los tres comentarios que mereció durante el corto rato que estuvo en el aire.


Ustedes saben. Me gustan las cosas por su nombre. El Campo, el pobre campo, es sólo naturaleza a la intemperie y millares de peones que trabajan en negro desde tiempos inmemoriales. El gremialista que los representa, Gerónimo "Momo" Venegas, debe ser el cretino más grande nacido en este país. No tiene perdón de Jesús, ni de Jehová ni de Alá. Trabaja full time para los patrones (grandes, medianos y pequeños) que se dicen "el campo", esto es, miles de vagos con o sin 4 x 4, estacionados en la banquina o bebiendo whisky en las estaciones de servicio. Imbéciles que jamás trabajaron, y que si lo hicieron o lo hacen nunca pagaron un impuesto. En su patria grande norteamericana estarían presos desde los tiempos de Roca, el prócer que los favoreció con su dedo para arruinar la vida toda de nuestra Nación, cuyo padre es San Martín, y cuya historia tiene como progenitor a Mitre, el numen de la lacra que inunda de mentiras las páginas de nuestros diarios y los textos de nuestros estudiantes, de derecha a izquierda, y de frente mar...

Ellos, su "campo" y sus favorecedores periodísticos, podrán ganar o perder. Pero siempre serán estiércol, basura. Comemierdas.

3 comentarios:

Goliardo dijo...

Mono recuerdo que Quintín se ofendió, se le puso la piel de oligarca, cuando leyó mi “Carta a Cristina”, no le gustó mi final:

“Si estos flojos, anémicos espirituales, necesitan alimentarse de sacrosantas formas para seguir siendo acéticos, démosle un pedazo de carne, o no sea que pase lo que dice Nietzsche: “Y ¡ cuán comedidamente sabe mendigar la perra sensualidad una migaja de espíritu, cuando se le niega un pedazo de carne!”. Si quieren formas, coman formas, coman mierda.”

En ese posteo también le hace una crítica a usted.

¿Por qué decir mierda esta mal? “comemierdas” es fantástico, es como en el idioma alemán, donde las palabras son compuestas. Muy bueno.

http://www.lalectoraprovisoria.com.ar/?p=2866

Enrique Martín dijo...

El 6 de febrero de 2009 14:56, Camilo Alves < escribió:
Quique:
Me pregunto qué hay que "moderar" en lo que escribiste. Me gustaría saber -más allá de que tengan autoridad para hacerlo- que entidad personal, profesional e intelectual avala a quienes decidieron "dejar pendiente de moderación" tu nota.
Los eufemismos son parte de los recursos que usan quienes nos mean para hacernos creer que llueve.
Quienes te censuraron, porque de eso se trata, ni siquiera leyeron a Artigas en aquella sentencia que afirma:"Con la verdad no ofendo ni temo". De ahí en adelante queda claro el por qué de su actitud.
No ofendiste a nadie. Habrás herido el falso orgullo del algún hipócrita, o asustado a los timoratos que no saben que la libertad es libre, aún la de prensa.
Ni siquiera entienden que lo peor que nos puede pasar es hacer -o decir en este caso- las cosas a medias.
El hambre es hambre y no una mera falta de proteinas. Y el hijo de puta es hijo de puta, más allá de las disquisiciones sobre la inocencia de su madre.
Como diría Evita, mi querida Evita, al referirse a las señoras gordas que la criticaban desde la Sociedad de Beneficencia después que las dejó sin la torta de la que a los pobres sólo le llegaban las migas que se sacudian en sus rancias reuniones de sociedad: "me preocuparía que me aplaudieran".
Dejá que los "comemierdas", cualesquiera sean, se ruboricen. No lo hacen por sentirse agraviados sino para simular una escrupulosidad que no tienen.
Tampoco te preocupes por quienes no entienden que los medios no son un fin en si mismo y que si no sirven para transmitir lo que pensamos -y como lo decímos-, no tienen sentido.
La mediocridad suele ser temerosa. No se puede contar con ella salvo para perder tiempo en lo intrascendente.
Mi respeto, afecto y admiración de Siempre

[486] dijo...

Entre ayer y hoy me lei todo el blog de un tirón...
Solo quería hacerle saber que tiene un lector mas.
Saludos, compañero!