
HAY VECES QUE SUEÑO,
QUE VUELVO A COLOMBIA,
QUE ME HAGO EL OTARIO
Y NO SUBO AL AVIÓN.
A Carlos Gardel, en el 75º aniversario de su viaje, con escala en nuestro corazón.
(De 'Revolver', Jairo).
Podría haber sido Tigregatica, porque a él le hubiese gustado más. Pero el apelativo de Mono lo definió por las buenas y por las malas, que son las que quiero incluir en este blog. Las buenas y las malas de antes y de ahora. Las mías y las ajenas. Las de nuestro país y las del mundo. Las que nos permiten vivir y las que nos obligan a hacerlo. En Dios creo, y en algunas personas (muertas y vivas) también. No demasiadas. Pero suficientes. Todos los demás, que paguen al contado.
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